lunes, 18 de junio de 2012

El efecto mariposa

Fue Ray Bradbury quien nos aleccionó narrativamente sobre el llamado "Efecto Mariposa". Un solo hecho, por más nimio que sea, puede modificar la estructura del universo. El aleteo de una mariposa, por ejemplo. Quizás no sea tanto así y los hechos no estén tan concatenados unos a otros como se cree. Difícilmente me trago la teoría de una unidad en las cosas, como si estas no tuvieran su lógica y destino autónomo.

Sin embargo, desde la ucronía puedo asumir que un solo instante en el pasado es suficiente para cambiar el destino de un hombre en todas sus complejidades y dimensiones. Desde el matrimonio a la muerte, todo se define por cada decisión o elección que tomamos. Ningún paso es intrascendente en la medida que se trate de una elección. El hombre se aburre y entre darse una vuelta o quedarse en casa elige lo primero. Luego elige un parque y dentro del parque una banca. Un pajarillo travieso desmonta sus desperdicios sobre el personaje, quien elige una lavandería entre tres para llevar su casaca manchada. En la lavandería conoce a su futura esposa, decide invitarla a salir. Se conocen, se casan, tienen un hijo y el hijo llega a ser Presidente. Enloquece en el poder y asesina a un millón de personas de cierta etnia. Es decir, un millón de personas son muertas porque un hombre, 50 años atrás, eligió darse una vuelta antes que quedarse en casa.

De no haberse dado una vuelta hubiera conocido a otra mujer o a nadie quizás. Ese es el juego de la cadena de circunstancias y decisiones que construyen, en conjunto, aquello que llamamos "destino".

Nadie puede prever las consecuencias de sus actos ni controlar las fuerzas del futuro, que solo se generan a partir de los actos individuales en una situación de espontaneidad y falta de manejo del inefable azar.

domingo, 17 de junio de 2012

Si yo hubiera

Definitivamente erramos muy a menudo y son abrumadores aquellos despropósitos que hoy, se tornan en descomunales piedras sobre la coronilla. De tornar los pasos a años atrás, me hubiera ocupado de la literatura con el tesón que dediqué a una actividad que estaba destinada a la derrota. De hecho, hubiera cedido a la tentación de estudiar periodismo y literatura. Sí, ambas, en una conjunción maravillosa. Estudié Derecho.

De volver los pasos, digo, me hubiera cuidado en extremos por no tratar de impresionar para lograr resultados: una tensión persistente por un lugar en la lista (porque, si no bien recuerdo, postulé al Congreso), un arrebato inusual e idiota de fanfarronería para impresionar a alguno (por una novela que no valía la arrogancia), no haber leído más, no haber devorado la vida y haberla volcado en un vómito cotidiano.

Pero es inútil regresar los horarios y los minuteros, sujetos a su propio vaivén. Si hubiera dado con la fórmula, tendría 20,000 páginas de cuentos y novelas y no el sinfín de posts y reflexiones bajo la sombra de un estudio que en las madrugadas me mima y me enaltece. Tendría más libros, más zapatos roídos, más ojos carcomidos.

La función de un hombre cabal, de un intelectual que se precie es devorar y volcar, devorar y volcar; ser la máquina que procesa el ingreso y arroja el contenido, Input, Output; vivir, extenderse, aprender y luego volcar y enseñar.

Ahora, con la humildad del escribidor paciente, que se somete a sus propios fantasmas, a sus vacíos, a sus tiempos desperdiciados, procedo a dar inicio a un aprendizaje sistemático, con maestro incluido, con ejercicios narrativos y una tenue esperanza por delante.



martes, 5 de junio de 2012

Respondiendo preguntas

Me preguntan de cuándo datan los cuentos y si es que constituyen un conjunto. Respondo que son antiguos. Fueron escritos entre el 2010 y el 2011. Actualmente escribo algunos otros cuentos que pronto añadiré en el blog.

Segundo. Me preguntan por qué escribo y respondo que es una interrogante manida y previsible. En todo caso, escribo porque en la creación hay libertad y soy yo quien hilo la historia y decido su desenlace, tan diferente a la vida en la que todo es incierto e impredecible, en la que todo tiende a diluirse o acaso destruirse.

Tercero. ¿Escribiré sobre política en estas páginas? Hoy en El Comercio publican mi entrevista a un sabio y humilde sacerdote (ver en Posdata) cuyos blogs son un referente de lo que debe ser una página de opinión virtual. Aborda la vida y solo tangencialmente toca algún tema político para reconducirnos a su magisterio sobre la vida del espíritu. Sin embargo, en mi caso, la política es fuente de indignaciones y lo es más ahora que las ambiciones políticas de unos pocos han convertido al Perú en una fogata. Incendiados, al decir de Basadre, el ex cura Arana, Gregorio Santos y otros manipuladores del ambientalismo (falsos profetas), solo juegan a posicionamientos ideológicos y personales que afectan las potencialidades económicas del Perú. Enemigos de los pobres, apenas eso.

viernes, 1 de junio de 2012

La vida sencilla

No pretenderé la vida que se arregla entre espejos y lámparas, la de los grandes salones. Me bastan para vivir mis escritos, mis historias, los reportajes que lanzo a la deriva en las ediciones del diario, las entrevistas que me enriquecen, la poesía que trazo y me recorre.

No tengo el vehículo a la entrada de la puerta, me transporto entre públicos. No soy de los vanos que desprecian las multitudes, camino y me abro paso en callejas atiborradas. Amo a la gente. Soy de entre los humildes apenas el que conoce de la finitud, la debilidad y la incertidumbre humana.

No aspiro a riqueza ni cargo alguno sino a seguir en lo que ahora estoy, escribir, ser leído, escribir, leer, leer, ver, olfatear, para eso me basto y me basta la vida. Esa es mi función, enseñar, de lo muy poco que sé y aprender de lo infinito de cúmulos de conocimientos que me son esquivos muy a la mala.

Volcar y sorber, volcar y sorber. De eso se trata mi vida y quizás la vida. No acumulo nada fuera del seso. Carezco de oro y esmeraldas. No uso chequera y me es suficiente el oro sin abrigo de mis libros, la majestuosidad de un parque en la madrugada y el océano desde los acantilados. Eso es todo.