domingo, 28 de octubre de 2012

Los poetas

¿Por qué ser poeta en el Perú? La mayoría mueren en la inanición y el desamparo. Ese es un tema. El otro es la lectoría. En el Perú muy pocos leen y los que leen literatura son menos y muchos menos aun los que leen poesía. Solo unos selectos lectores a quienes he enviado mis poemas (aun no reunidos en un libro) son los que entienden, de seguro, la razón poética y paladean de un buen verso. Pocos.



Las editoriales, por tal razón, publican esperpentos de celebridades faranduleras (con excepciones de algunos trabajos de buena calidad) y literatura infantil. Sí, si opta por la poesía, deberá ir tras los pasos de alguna editorial independiente a la que deberá abonar una suma para costos y ganancias por una discreta edición que no llegará a los anaqueles de las grandes librerías. Para ser poeta hay que resignarse a ser apenas un donador de libros. Con quinientos ejemplares dará la vuelta a Lima rogándole a algunos periodistas que le echen un ojo a sus páginas. Con suerte mirarán su portada. Otros ejemplares serán colocados en los escritorios de sus amigos y conocidos, de académicos y escritores. Del grueso, un porcentaje nimio, le dará un ojo a algunos poemas. Punto.

No importa cuan buen o mal poeta sea, la suerte es la misma. Solo le darán el vistazo de rigor cuando gane un concurso. Desde luego que para ganar un concurso lo que vale es la suerte y el "buen gusto", siempre tan subjetivo y caprichoso de algún jovenzuelo sin experiencia ni lectura que será quien determine qué obra va a manos del jurado y qué obra se queda a vestir olvidos. Jugar a los concursos es como jugarse a la lotería, prescindiendo, por lo general del talento. Puede haber algún premio riguroso, no pretendo ser categórico, por cierto.

Antiguamente, los premios nacionales de poesía proveían de fama, gloria ultraterrena y traducciones a poetas noveles (algunos de los cuales no parecían haber tenido el merito, pero me guardo la mención). Igual, el premio concedía el reconocimiento y una lectoría entre los círculos. Hoy el premio requiere otras condiciones y un poeta novel difícilmente lo obtendrá.

Al decir verdad, a veces el poeta se pregunta sobre la razón de escribir en un país que maltrata a sus poetas, y que les rinde honores post mortem. Se pregunta sobre el impacto de tantos y tantos festivales que solo existen para los poetas y los periodistas culturales, se pregunta sobre el espíritu cuchillero de escritores sobre escritores, la malquerencia entre colegas, la mala leche y el ensañamiento de críticos dados al exterminio, de la sensación de derrota que extenúa al más talentoso aunque menos consagrado.

Para ser poeta hay que escribir solo por el goce de escribir, para que te lean con envidia o saña, con indiferencia. Celebro a los selectos que aprecio y admiro y que "algo", al menos vieron en los versos de este escritor que camina entre sobresaltos de pluma y agotamiento en las falanges.

Aunque este blog nació para publicar "La Invención del Reino", un poemario que aun no da la luz en las imprentas (algunos posts más atrás lo podrá leer), es también un espacio para el análisis de la literatura, la queja que engendra y plasma en el alma del poeta.

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